Para desarrollar un plan de gestión de activos eficiente existen cuatro pasos esenciales, primeramente, se deben definir los objetivos, los cuales deben ser, específicos, medibles, alcanzables y con plazos, siempre deben estar vinculados a la misión, la visión y los objetivos de la empresa, se requiere crear una estrategia, únicamente podrás alcanzar tus objetivos si desarrollas una estrategia, en este paso auditas tus activos y creas un nuevo inventario o actualizas el existente, se necesario gestionar los riesgos, para entonces priorizar los activos con mayor riesgo de daño para la empresa, de modo que puedan ser controlados y por último, se tiene el control de los activos, donde el seguimiento del ciclo de vida de tus activos te permitirá vigilar la eficacia y eficiencia de los mismos.