Hace pocos días, la Universidad Tecnológica de Nanyang, Singapur (NTU Singapore) emitió un comunicado donde describe el desarrollo de una tela impresa en 3D por un grupo de científicos, cuya aplicación estaría destinada para dispositivos médicos y robótica blanda. Este tejido innovador llamado RoboFabric es flexible, pero puede endurecerse a demanda mediante un diseño geométrico y control robótico.
RoboFabric está inspirada en la naturaleza
La inspiración para RoboFabric proviene de las escamas de los pangolines y armadillos, conocidos por su capacidad para interbloquearse y formar un caparazón protector. Utilizando un algoritmo matemático avanzado, los investigadores diseñan y unen baldosas 3D que pueden endurecerse más de 350 veces para mejorar la movilidad y estabilidad del usuario, reduciendo la actividad muscular en hasta un 40% durante el levantamiento de cargas.
El tejido es flexible, pero puede endurecerse a voluntad. Fuente: NTU Singapore.
El profesor Wang Yifan, quien lidera el proyecto, explica que esta tecnología podría cambiar la forma en que se tratan las fracturas y otras condiciones que requieren soporte articular.
A diferencia de los yesos rígidos y no removibles convencionales, también serían fáciles de poner o quitar con solo tocar un botón.
expresó.
¿Cómo una tela impresa en 3D puede ser empleada en la robótica?
RoboFabric también tiene aplicaciones potenciales en robótica, demostrando su utilidad en drones y robots pequeños que requieren adaptabilidad en terrenos complejos. Esta capacidad para alternar entre estados rígidos y flexibles podría permitir a los robots realizar tareas de exploración y rescate más eficientemente.
Con el apoyo de la Agencia de Ciencia, Tecnología e Investigación de Singapur, NTU busca colaborar con socios industriales para llevar esta innovación más allá del laboratorio y aplicarla en campos como la medicina de rehabilitación y la robótica avanzada.
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Fuente y foto: NTU Singapore