La computación cuántica avanza con paso firme en Japón con la reciente instalación y puesta en marcha del ordenador cuántico «Reimei» de Quantinuum en el centro de investigación RIKEN. Esta iniciativa fortalece el ecosistema cuántico del país y abre nuevas posibilidades para la integración de la computación de alto rendimiento (HPC) con tecnologías cuánticas de última generación.
¿Qué hace especial al ordenador cuántico Reimei?
El sistema cuántico Reimei se basa en una arquitectura de qubits de iones atrapados, una tecnología que ofrece estabilidad y precisión sin precedentes en comparación con otros enfoques. Esta característica, junto con la conectividad total entre qubits y su integración con la supercomputadora Fugaku de RIKEN, lo convierte en un pilar para el avance de la computación cuántica híbrida.
[post_relacionado]La implementación de Reimei permitirá abordar problemas complejos en áreas como la física, la química y la inteligencia artificial. Su capacidad para ejecutar algoritmos cuánticos avanzados en combinación con la supercomputación tradicional supone un salto cualitativo en la resolución de problemas que hasta ahora eran inabordables con sistemas convencionales.
Un paso clave en la estrategia global de Quantinuum
La colaboración con RIKEN representa el primer despliegue in situ de un sistema cuántico de Quantinuum fuera de Estados Unidos. Este acuerdo refuerza la presencia de la empresa en Asia y abre la puerta a futuras alianzas estratégicas para el desarrollo de la computación cuántica en el ámbito internacional.
De cara al futuro, la siguiente fase de este proyecto apunta a la integración total de la plataforma cuántica-HPC en 2025. Se espera que esta evolución optimice aún más las capacidades computacionales, consolidando la infraestructura cuántica de Japón como una de las más avanzadas del mundo.
La instalación y puesta en marcha de Reimei en RIKEN confirma que la computación cuántica híbrida está dejando de ser un concepto teórico para convertirse en una herramienta práctica con aplicaciones en el mundo real. Este avance podría redefinir los límites del procesamiento de datos y abrir nuevas posibilidades en múltiples disciplinas científicas.
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Fuente: Quantinuum
Foto: Shutterstock