Curtiss-Wright Corporation y Saipem han logrado un avance en el campo del procesamiento y aplicaciones submarinas con la finalización exitosa del proceso de calificación de una bomba submarina totalmente eléctrica sin fluido barrera. Este dispositivo permitirá la inyección de agua de mar tratada en yacimientos submarinos, contribuyendo a la extensión de la vida útil de estos recursos.
El procesamiento y aplicaciones submarinas
Los sistemas convencionales de bombeo que dependen de un fluido barrera para refrigerar, lubricar y aislar el equipo, la nueva tecnología de Saipem y Curtiss-Wright utiliza el agua de mar para enfriar y lubricar la bomba. Al mismo tiempo, el motor de la bomba está protegido por una carcasa encapsulada, diseñada específicamente para resistir las condiciones de aguas profundas. La ausencia del fluido barrera elimina la necesidad de recargas periódicas y reduce el riesgo de contaminación por agua de mar.
[post_relacionado]Además, la adopción de una estrategia totalmente eléctrica permite la sustitución de los tradicionales umbilicales hidráulicos por cables eléctricos y de control. Este dispositivo es el primero de su tipo que integra la ausencia de sellos y fluido barrera con una capacidad de potencia tan alta.
La colaboración exclusiva entre Curtiss-Wright y Saipem, que comenzó en 2018, ha dado como resultado el desarrollo de un prototipo de bomba a escala real de 3 MW. Este prototipo ha sido sometido a pruebas exhaustivas en agua, confirmando su rendimiento, durabilidad y fiabilidad.
Además, esta tecnología innovadora ha recibido la certificación para varias tecnologías de tratamiento submarino propiedad de Saipem, incluyendo SPRINGS, una tecnología de desulfatación submarina desarrollada en conjunto con TotalEnergies y Veolia. La obtención de la certificación valida el logro del Nivel de Preparación Tecnológica 4 (TRL 4), respaldado por Petrobras y TotalEnergies.
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Fuente y foto: Curtiss-Wright Corporation