El
acero en el concreto se encuentra usualmente en condición pasiva, no corroído.
Sin embargo, el concreto reforzado con acero es frecuentemente utilizado en
ambientes severos donde está presente el agua de mar o las sales de deshielo.
Cuando los cloruros permean a través del concreto, provocan la ruptura de la
capa pasiva de protección del acero, causando que éste se oxide.

Al
trabajar el concreto en estructuras marinas, es importante considerar que las
estructuras que están en contacto con agua de mar, son continuamente sometidas
a la acción de cloruros y sulfatos, dos componentes que pueden ocasionar
deterioro y, por ende, la posibilidad que el agua se pueda filtrar hasta tener
contacto con el acero de refuerzo, causando corrosión en el mismo. Por otra
parte, la permeabilidad del concreto es la propiedad que mide la
facilidad que tiene el material de ser atravesado por un fluido, por lo tanto,
para poder combatir la probabilidad de que el agua de mar penetre la estructura
de concreto se deben controlar los factores que disminuyan la permeabilidad del
concreto, para así minimizar las filtraciones y garantizar una mayor durabilidad
del acero de refuerzo

Normalmente el acero de estructuras marinas se corroe, por qué el concreto falla, se filtra el agua de mar hasta hacer contacto con el acero que por mucha protección que tenga, en un determinado momento inicia la corrosión. Las variables que hacen que el concreto falle pueden ser diversas, las mismas pueden derivar desde el diseño y la construcción de la estructura, entre otros factores que pueden presentarse.