En el afán por reducir el impacto ambiental del cemento, investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) han implementado un sistema de inteligencia artificial capaz de identificar materiales reciclados que pueden integrarse en nuevas mezclas que creen un concreto sostenible.
El MIT recupera técnicas romanas con IA
Para lograrlo, el equipo liderado por Soroush Mahjoubi, junto con el Grupo Olivetti y el Centro de Sostenibilidad del Hormigón (CSHub), ha desarrollado un marco de aprendizaje automático que analiza propiedades físicas y químicas de posibles sustitutos del cemento. Este sistema explora miles de páginas de literatura científica y clasifica más de un millón de muestras minerales, permitiendo aislar materiales con alto potencial reactivamente hidráulico o puzolánico.
[post_relacionado]Uno de los hallazgos más prometedores ha sido el uso de fragmentos cerámicos procedentes de tejas, ladrillos y materiales demolidos. Estos residuos, al ser molidos, presentan una alta reactividad que puede fortalecer las estructuras sin necesidad de procesos adicionales. El hallazgo retoma técnicas usadas en el hormigón de la antigua Roma, demostrando que el reciclaje inteligente puede recuperar soluciones milenarias.
Clasificación de residuos abre camino al concreto sostenible
El marco desarrollado por el MIT clasifica los materiales en 19 categorías distintas, que incluyen desde subproductos industriales hasta biomasa y residuos mineros. La ventaja: muchos de estos materiales están disponibles globalmente y permiten ahorrar emisiones sin alterar drásticamente los procesos constructivos actuales.
Esta metodología, además de identificar materiales, orienta hacia mezclas equilibradas en función de su reactividad con el agua y su capacidad de fortalecer el hormigón con el tiempo. Estos avances han sido publicados en un artículo de acceso abierto en la revista Nature Communications Materials. Así, se abre una vía para extender el uso de concreto ecológico en la industria de la construcción a escala global.
Nuevo rumbo en el concreto
De cara al futuro, el equipo planea ampliar la base de datos y realizar pruebas experimentales con los candidatos mejor valorados. El objetivo es generar mezclas optimizadas que reduzcan el uso de cemento convencional sin comprometer resistencia ni durabilidad.
Como señala la profesora Elsa Olivetti, autora principal del estudio, esta herramienta basada en IA marca un cambio en la manera de concebir los materiales. En lugar de partir del laboratorio, ahora el diseño se inicia con datos, algoritmos y sostenibilidad como pilares fundamentales.
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Fuente y foto: MIT