Durante un Concierto en Malmö, Suecia, un «robot violonchelista» del mundo interpretó una pieza con la Orquesta Sinfónica de Malmö totalmente en vivo. Este desarrollo fue realizado por el compositor e investigador Fredrik Gran, quien ideó un sistema de brazos robóticos industriales, fabricados con piezas en 3D, para ejecutar una obra creada específicamente para el robot, por el renombrado compositor sueco Jacob Mühlrad.
El robot toca el violonchelo con la Orquesta Sinfónica de Malmö
Este robot no utilizó IA para tocar, en cambio, fue programado para seguir la partitura de Mühlrad, quien buscaba explorar la relación entre el sonido y el movimiento robótico. “Siempre he imaginado a la orquesta como un organismo colectivo, así que me llenaba de curiosidad ver cómo reaccionaría ante un solista robótico”, explicó Mühlrad, quien describió el resultado como “una simbiosis fascinante entre elementos humanos y robóticos.”
[post_relacionado]La ejecución robótica del violonchelo fue recibida con asombro. Mühlrad, cuyo trabajo une la música clásica y la tecnología, describió este proyecto como una forma de «desafiar los límites físicos de la interpretación musical,» porque el diseño del robot le permite tocar en posiciones que serían imposibles para un humano. “Es una exploración apasionante de cómo puede tocarse un violonchelo en condiciones que trascienden las dimensiones de la mano humana”, comentó el compositor.
Aunque esta tecnología abre un nuevo campo en la música, Mühlrad deja claro que no busca reemplazar a los músicos humanos, sino ampliar el horizonte creativo. El robot violonchelista es un logro de ingeniería, y una herramienta educativa que, en palabras de Mühlrad, “permite explorar hasta dónde se puede llegar en la interpretación de instrumentos de cuerda”.
La presentación de este robot en Malmö Live Concert Hall, es la primera en su tipo y simboliza una nueva era en la música sinfónica. Con su actuación, el robot ofreció una interpretación impecable, y añadió un matiz emocional a la pieza de Mühlrad, quien diseñó la obra con la intención de que la audiencia experimentara una paradoja: “Fue emocionante crear música que transmitiera emoción, y resulta irónico que sea un robot quien lo haga”, concluyó el artista.
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Fuente: Malmö Live Konserthus
Foto: Fredrik Gran