Un tren propulsado por hidrógeno ha establecido nuevos estándares en el ámbito del transporte sostenible, permaneciendo en funcionamiento durante 50 horas consecutivas y cubriendo una distancia sin precedentes de 2.800 Km sin necesidad de recargar.
Este logro, alcanzado por un modelo Flirt H2 fabricado por Stadler, un gigante suizo en la fabricación de trenes, ha sido inscrito en el Libro Guinness de los Récords Mundiales por lograr la mayor distancia recorrida por un tren de pasajeros propulsado por hidrógeno sin reabastecimiento.
La hazaña del tren de hidrógeno de Stadler
[post_relacionado]La hazaña subraya el potencial del hidrógeno como una fuente de energía limpia, marcando un hito en los esfuerzos por desvincular el sector del transporte de los combustibles fósiles. El tren, que partió el pasado 20 de marzo desde la pista de pruebas de Ensco en Pueblo, Colorado, demostró la eficacia y practicidad del hidrógeno en el transporte ferroviario.
Equipado con células de combustible que transforman el hidrógeno en electricidad, el Flirt H2 es una variante adaptada para el servicio regional y de cercanías, ofreciendo 108 asientos y espacio adicional para pasajeros de pie.
Este desarrollo no solo representa un avance significativo en la movilidad sostenible sino también pone de manifiesto el compromiso de la industria ferroviaria con la innovación y la sostenibilidad. Originalmente diseñado para operar bajo condiciones extremas en California, el Flirt H2 ilustra la viabilidad del hidrógeno como combustible del futuro, capaz de resistir temperaturas ambientales de hasta 49 grados Celsius.
La exitosa implementación de trenes como el Flirt H2 no solo contribuye a la reducción de la huella de carbono del transporte sino que también abre el camino para la revitalización de las redes ferroviarias regionales y de cercanías.
Al proporcionar una alternativa limpia y eficiente a los vehículos a motor y al transporte aéreo, el hidrógeno tiene el potencial de transformar la conectividad y accesibilidad en áreas menos urbanizadas, fomentando así una mayor equidad en el acceso al transporte. A largo plazo, la expansión de la tecnología del hidrógeno podría ser un catalizador para el desarrollo de comunidades sostenibles y resilientes, fortaleciendo la infraestructura crítica y estimulando la economía local a través de la creación de empleos verdes.
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Fuente y foto: ecoticias.com