Alemania procedió con el apagón de 15 centrales eléctricas de carbón durante el receso de Semana Santa. Este avance, previamente divulgado por el Ministro de Economía, Robert Habeck, subraya la obsolescencia y falta de rentabilidad de dichas instalaciones, alineándose con la ambición nacional de desvincularse completamente del carbón para 2030, en aras de una economía más verde.
Con el cierre de 7 centrales en la primera fase, que sumaban una potencia de 3,1 GW y el subsecuente cese de otras 8 con 1,3 GW adicionales, Alemania demuestra su compromiso con la eliminación paulatina del carbón de su panorama energético. Este esfuerzo por suprimir un total de 4,4 GW de capacidad de generación de carbón refleja el enfoque estratégico del país hacia la sostenibilidad y la reducción de emisiones.
Centrales eléctricas de carbón innecesarias
[post_relacionado]Inicialmente, estas instalaciones se mantuvieron en funcionamiento como una medida precautoria frente a la crisis energética provocada por el conflicto en Ucrania, buscando amortiguar los impactos sobre los costos energéticos. No obstante, la estabilización de los precios y el incremento en la producción de energías limpias han convertido a estas plantas en elementos redundantes en la red, según explica Habeck, evidenciando un cambio notable en la dependencia energética de Alemania.
Este retiro estratégico de centrales eléctricas de carbón se presenta en un momento donde Alemania experimenta una notable mejoría en su contexto económico, particularmente en lo que respecta a la inflación y los precios de la energía, alcanzando niveles más bajos gracias a la contribución creciente de las fuentes renovables.
El país sigue avanzando hacia la descarbonización, con el carbón aún desempeñando un rol secundario en la producción de electricidad, mientras se asegura que la transición no comprometa la seguridad del abastecimiento, según garantiza la Agencia Federal de Redes (BNetzA).
Este avance hacia una matriz energética más limpia en Alemania reduce la dependencia del carbón y también destaca el papel vital de las tecnologías emergentes en la gestión energética. La innovación en el almacenamiento de energía y la eficiencia de las redes eléctricas podrían ofrecer nuevas soluciones para superar los desafíos de la transición hacia fuentes completamente renovables, marcando el comienzo de una era de sostenibilidad energética avanzada.
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Fuente: elperiodicodelaenergia.com
Foto: shutterstock