Inspenet, 14 de noviembre 2023.
El Ministerio de Transición Ecológica ha autorizado el desmantelamiento y sellado de los últimos pozos petrolíferos en España. Repsol y Cepsa suspendieron las operaciones de extracción de crudo en la plataforma de Casablanca en junio de 2021, ya que no podían llevar a cabo nuevas investigaciones para mantener activo este yacimiento.
[post_relacionado]A pesar de contar con permisos para operar hasta 2025 y 2038, dependiendo del pozo, la imposibilidad de realizar nuevas prospecciones llevó a una significativa reducción en la producción y se optó por cerrar un yacimiento que generaba aproximadamente 200 barriles de petróleo al día.
Repsol, conforme a las regulaciones vigentes, presentó al Gobierno el plan para llevar a cabo el desmantelamiento, que incluye el sellado de los pozos submarinos Casablanca-11, Casablanca-12, Rodaballo-1, Montanazo D-5, Lubina-1, Chipirón-1, Chipirón NE y Chipirón S.
El proceso de cierre de los pozos petrolíferos
El Ministerio de Transición Ecológica ha otorgado un plazo de cinco años para llevar a cabo el cierre total de los pozos petrolíferos, un proceso que se dividirá en tres fases distintas.
La primera fase, que se espera que dure aproximadamente 105 días, se centrará en la suspensión temporal de seis pozos someros incluidos en el proyecto, así como en el abandono definitivo de aquellos que sea seguro dejar de forma permanente en esta etapa inicial. Las operaciones comenzarán con el pozo Casablanca-11. El buque contratado para llevar a cabo estas operaciones en la primera fase del proyecto es el «Seawell», propiedad de la empresa británica Helix Well.
La segunda fase del proyecto abarcará sesenta y cuatro días para los pozos profundos y 118 días para los someros. Durante este período, se finalizará el abandono definitivo de los dos pozos profundos (Lubina-1 y Montanazo D-5) y de aquellos pozos someros que hayan quedado suspendidos temporalmente en la primera campaña. Se prevé la participación de una o dos unidades móviles de perforación (MODU) semi-sumergibles, cuyas embarcaciones de apoyo aún no se han determinado.
La última fase, con una duración estimada de treinta y ocho días, se centrará en la recuperación y retirada de las cabezas de los ocho pozos. Esta etapa será ejecutada por dos embarcaciones de apoyo de tipo MPV, una encargada del corte y retirada de las cabezas de pozo, y la otra destinada a mantener el área de exclusión, ambas aún por determinar.
El inicio de las operaciones de abandono no podrá llevarse a cabo sin la presentación previa ante la Autoridad Competente, con al menos un mes de antelación a la fecha programada de inicio, del correspondiente programa de intervención evaluado por un verificador independiente. Además, dichas operaciones no podrán comenzar si la Autoridad Competente formula objeciones con respecto a su contenido.
Esta aprobación para desmantelar el yacimiento se produce en medio de un conflicto entre el Gobierno y Repsol. Josu Jon Imaz, consejero delegado de la compañía, ha señalado que revisará las decisiones de inversión pendientes en el área industrial si el Gobierno prorroga, como tiene previsto, el impuesto a las energéticas y la banca.
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