“Auto a Basura. Drive on waste. Una alternativa al combustible de petróleo”. Así es la descripción del proyecto del ingeniero argentino Edmundo Ramos, que prescinde de combustibles convencionales como la gasolina o el diésel. En 2018, concluyó la creación de un gasificador de residuos que opera utilizando lo que denomina «gasura» como combustible y actualmente se encuentra en la fase final de su proceso de patentamiento, con el propósito de establecer esta modalidad de transporte sostenible a nivel global.
“Los residuos tienen un valor energético y yo comprobé que pueden reemplazar al petróleo para hacer combustible”, cuenta Edmundo Ramos, ingeniero e inventor de 67 años que fomenta la transformación de la movilidad.
[post_relacionado]El ingeniero lo denominó «Gasura», un tipo de gas con similitudes al GNC (Gas Natural Comprimido), que consiguió producir a partir de agua y restos de alimentos. Este peculiar «automóvil propulsado por desechos» le permitió poner en marcha su camioneta del año 1983 y viajar a través de varias provincias de Argentina. Para dar vida a esta innovadora idea que le surgió, se inspiró en un episodio de Los Simpsons titulado «Apocalipsis», en el cual aparece un vehículo que se alimenta de residuos.
Auto a basura: ¿Cómo se crea el “gasura”?
En 2019, logró por primera vez recorrer 100 Km con su automóvil, pero fue en 2018 cuando ideó el gasificador. Para impulsar su vehículo, utilizó bellotas de roble como fuente de combustible, ya que se encuentran en abundancia en su región. Según lo compartido en una conversación con Infobae, el ingeniero explicó que se requieren desechos sólidos y compactos para prolongar la duración del combustible, y antes de usarlos, es necesario carbonizarlos.
El gasificador, con una capacidad de 60 litros, se carga con los residuos carbonizados. Luego, se cierra la tapa y se enciende la biomasa con la ayuda de un ventilador que proporciona aire. A través de la velocidad del aire, el fuego genera el «gasura». El gasificador es capaz de alcanzar temperaturas de entre 1500 y 1700 grados.
Para llevar a cabo el proceso de termólisis, que separa el agua en hidrógeno y oxígeno, se inyectan dos gotas de agua por segundo mediante una pequeña botella de gaseosa y un tubo de cobre. La «gasura», junto con cenizas y polvo, se libera por encima del gasificador a través de un conducto. Según el inventor, en caso de algún problema, el sistema no explota, sino que implosiona.
Edmundo Ramos señaló que su creación también genera oxígeno, un hallazgo que fue confirmado durante una Revisión Técnica Vehicular, ya que se observa la emisión de vapor de agua y oxígeno a través del tubo de escape. De hecho, Ramos describe su invento como un «árbol con ruedas». Según sus afirmaciones, su vehículo es ecológico y libera solamente un 0,00001% de dióxido de carbono y un 20% de oxígeno.
En su sitio web Auto a Basura, Ramos ha compartido los diseños de su invento, permitiendo que cualquier persona intente replicarlo. Sin embargo, advierte que se requieren conocimientos de ingeniería para ensamblarlo correctamente. Ha recibido fotografías de personas en otras partes del mundo que han intentado reproducir su gasificador.
Actualmente, Ramos está en el proceso de patentar su invención y ha recibido propuestas de inversionistas tanto de Argentina, Perú como de Colombia para establecer una fábrica de gasificadores destinados a generar energía eléctrica. Además, se ha propuesto un nuevo desafío: la creación del «plastigas», con el objetivo de convertir los residuos plásticos en gas, ampliando aún más su contribución al cuidado del medio ambiente.
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Fuente: econews.global